Cada letra me sabe a tristeza
Y suspiro
Y una sonrisa se dibuja en mi cara.
No hay nada como la costumbre
De tirar una lágrima por aquí y otra por allá
Para recordarme que estoy viva.
Mis cuadernos se nutren de estos momentos
En que se sostiene la respiración
Para evitar que todo transcurra ,
Vanos intentos de detener la vida.
Yo crezco, ellos crecen, nosotros crecemos.
Nada de madurar,
Eso dejémoslo a las frutas,
Lo nuestro, lo nuestro, lo nuestro,
Es florecer.