Soy de las fuerzas aéreas especiales, de las antihelicópteros, yo soy representante de Felipe Calderón, comadre de Ebratz y tengo la firma de López obrador. Yo empecé desde abajo, vengo de Puebla y me llamo Francisca Ruiz. Mi tio Porfirio fue senador, pero yo llegué más lejos, yo trabajo con el presidente y con el produrador. Ebratz es el de mi hija la mayor, pero tengo otra hija más chica, y esa es del procurador. Yo ando con pura gente importante...
Todo eso dijo una mujer bajita y canosa. Y después simplemente sonrió, nos miró como si no entendiéramos nada. Y es que en verdad no entendíamos. Ella, feliz de habernos ilustrado un poco, de habernos contagiado un poco de su poder e importancia, se acomodó la gorra azul y el morral beige y se fue dándole la espalda a las carcajadas de Mariana, al estupor de Eva y a mi sonrisa.
Sí, a mí aún me alegran los pequeños errores en la red. Aún disfruto aquello que no puede ser normal y que a fuerza de no serlo ilumina el tedio gris de una noche de jueves...