jueves, 29 de enero de 2009
Espejo
...las dos mujeres, cada una sosteniendo un libro de Cortázar en las manos, se miraron y se sonrieron. No había necesidad de decir nada...
Visto desde atrás.
...mientras el camión avanzaba, el hombre de la chamarra azul se balanceaba atrás y adelante, atrás y adelante en su asiento, al ritmo de una tonada que sólo él escuchaba.
Nadie se sentaba a su lado...
Nadie se sentaba a su lado...
Exterior. Noche.
...y entonces la prostituta vestida de negro pasó corriendo frente a ellos en dirección a la iglesia, mientras su mano izquierda sostenía el seno opuesto contra su pecho...
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¿Quién escribió las reglas, quién puede cambiarlas? ¿Contra quién he de elevar el dedo acusador? ¿A quién he de culpar por este desprecio? ...
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El sentimiento era como una coralillo a punto de morder. Demasiado inminente como para querer correr, demasiado peligroso como para sonreír....
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Sí. Se desplegaba como un pañuelo blanco apuntando en las cuatro direcciones. Y él los puso allí como hormigas subiéndose al mantel en día ...
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Pretendamos por un momento que sigo caminando porque tengo claro hacia donde ir. Finjamos que tiene sentido este vaivén de horas que son com...